CRÍTICA CONSTRUCTIVA

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¿Cómo te afectan las críticas?

¿Sabes diferenciar entre una crítica negativa y una constructiva?

Hoy me gustaría contarte un poco más sobre las críticas en los vínculos.

Los vínculos constructivos, los apegos saludables, la comunicación asertiva… 

Todo esto puede favorecer a tu desarrollo personal y regalarte críticas constructivas que te pueden ayudar a crecer y avanzar en tu camino –Si si, como lo lees-

Pero primero, vamos a tratar de identificar qué vínculos son saludables y qué críticas aportan, ya que un constante desajuste vincular puede perturbar gravemente tu autoestima,

 y con ello, tu salud mental.

Desde este momento te informo: las críticas pueden ser tan positivas como lo son los elogios.

Una crítica jamás es un juicio, juzgar a alguien o algo, no tiene ningún valor ni sentido, con ello solo se crean más limitaciones mentales y se fomentan los patrones y creencias rígidas.

Una crítica constructiva siempre está basada en una sugerencia, bajo un potencial que se advierte de base, una excelente forma de sugerir una mejora, una evolución –y te digo más– la persona que la imparte tiene autoridad moral y ética para realizarla, y por tanto suele impartirla de forma correcta.

Pero ¿Son realmente útiles?

Bien, continúa leyendo…

¿CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN?

La realidad es que todo es cuestión de perspectiva, y para ello, la percepción juega un papel importante, con ella, la mirada crítica.

Van de la mano, porque tu realidad la conformas con la percepción de sucesos, esto es, cómo interpretas, cómo nombras, cómo identificas y finalmente, cómo integras.

La mirada con la que formamos la interpretación siempre estará condicionada por nuestros valores, espejos que nos muestran la mirada interior a través de la cual filtramos los sucesos que integramos percibidos de nuestro mundo.

Si ponemos perspectiva y una mirada crítica, podremos ver que la crítica puede ser un gran aliado para comenzar un análisis de contenidos integrados en nuestra mente, así como los actos que llevamos a cabo…

 ¿Podríamos hacer las cosas de diversas maneras? 

¿Mejoraría nuestra vida en algo? 

¿Estaremos abiertos a mejorar realmente a través del análisis?

En la sociedad actual la crítica y el juicio están sumamente normalizados, en el momento en que decidimos aceptar que el error sea señalado permanentemente en vez de normalizado como parte del proceso de aprendizaje, estamos sometidos a juicios que finalmente integraremos en nuestro diálogo interno, ayudando más al  autosabotaje, que a la evolución.

Por tanto, una crítica constructiva propiamente dicha, se respalda en áreas específicas, sobre actitudes o sobre habilidades, pero nunca como algo personal, siempre, con la finalidad de incitar a la mejora o a la opción de hacer algo de diversas maneras,  tras el refuerzo positivo, el foco claro y con un tono sumamente respetuoso y bien intencionado –porque ya sabemos, la intención es lo que cuenta…

¿CUESTIÓN DE EGO?

Llegar a conocerse profundamente, constituye una de las principales tareas de la vida.

Para ello, podemos echar un vistazo al interior y ver con ojo crítico a nuestro querido EGO

Siempre está ahí, no se va  a  ir. De hecho, cuanto más lo detectes, más consciente vives.

No es necesario reprimir, sólo conocerlo, conocerte; En todas tus versiones, en todas tus formas.

Es curioso y paradójico, cuanto más nos adentramos al interior de nuestras sombras, más nos aceptamos y logramos ser un todo integrado.

El proceso creativo de autoconocimiento del ego y evolución, a través de la sombra, siempre sucede de dentro hacia afuera, nunca al revés.

Descubrir que, cuando una persona actúa bajo sus valores, usando la autocrítica de modo evolutivo nunca demoledor y vive lo más conscientemente posible, siempre persigue la mejora personal integral, y por tanto , acepta y resignifica, reestructura. 

Cuando por fin este proceso es llevado a cabo, nos descubrimos preocupados por solo una cosa: Nuestro núcleo profundo. Nos descubrimos soltando, alejando las críticas, alejando los prejuicios y soltando lo que otras personas opinen de nosotros. 

Es decir, viviendo en sintonía, con todo tu ser, lo bueno y lo malo. 

Permitiéndonoslo y siempre, buscando mejorar.

Pero si aún no sabes cómo ofrecer tu “humilde opinión…”

¿CÓMO PODER HACER CRÍTICAS REALMENTE CONSTRUCTIVAS?

Primero: Informate sobre el tema y podrás hablar con autoridad sobre algo.

Segundo: Evalúa y haz autocrítica primero antes de poner en juicio a otro, que no seas tú.

Tercero: Aprende primero a valorar, lo malo también, no solo lo bueno, ya que a través de lo malo se aprende aún más.Antes de dar una crítica constructiva, es necesario haber vivido y aprendido la lección, trabajar la empatía, ponerse en los zapatos del otro.

Cuarto: Sólo habla cuando sea el momento y el lugar adecuado.

Quinto: Tu comunicación ha de ser clara, fluida y respetuosa.

Sexto: Haz hincapié en lo positivo, siempre hay algo que todos hacemos bien, no es necesario  hacer dramas ni ser perfectos, solo queremos motivar a la mejora.

Séptimo: Habla de cosas concretas, no divagues, recuerda además, que todo está sujeto a cambios, por tanto aunque concretes, trata de dar opciones y posibilidades.

Y por último, todo absolutamente está sujeto a derecho de réplica. Si te metes a dar consejos y críticas, aún siendo constructivas, no eres dueño de cómo el otro/a se las toma.

También puedes leer: Comprender las profundidades de la tristeza: Desmitificar la depresión

PARA FINALIZAR… UNA REFLEXIÓN

Simplemente, recordar, que como bien os comento en estas líneas, no hay cruz más demoledora que la propia autocrítica destructiva. 

Las críticas son eso, nada más, si no te ayudan a construir, no las tomes, déjalas pasar, acepta y continúa. Siempre es bueno poder ejercer de observador, sin tomarlo todo personal, es un punto más de madurez e inteligencia, por nuestra parte. 

¡OJO! Tampoco las des, si no van a ser útiles y conscientes, pues de nada servirán. 

La mejor crítica constructiva es PREDICAR CON EL EJEMPLO, porque una vez más, nunca sabes a quién puedes estar inspirando con tus actos.

Nos leemos en el próximo,

Nerea Sánchez

[Analista]

FUENTES  BIBLIOGRÁFICAS

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