Hoy, me encantaría hablarte de la importancia incuestionable de los buenos tratos, las vinculaciones sanas, y sobre la educación con respeto y consciencia, todo un pack de vida que puede resultar transformador si aplicas una actitud y un pensamiento acorde a lo que realmente quieres crear.
¿Comenzamos?
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Los seres humanos nos relacionamos, y lo hacemos constantemente. La relación se establece con todas las cosas; Alrededor, externas, pero también internas. La principal relación es con nosotros mismos. ¿Puedes verlo?
El principal acto de amor, de buen trato, es siempre con uno mismo.
(Y cómo cuesta aprenderlo ¿eh?)
Desde la niñez aprendemos el arte de relacionarnos, de tratarnos y de tratar a los demás en función de cómo nos tratan a nosotros, en nuestro círculo, en el hogar, en la escuela, en el parque, en el micromundo que nos rodea.
Es entonces cuando las emociones aparecen y nos inundan, entenderlas y educarlas es la clave de toda acción posterior.
Aquí comienza el autoamor o el autoodio.
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La infancia viene predeterminada para explorar. Los seres humanos somos grandes exploradores, seres curiosos por naturaleza y los buenos tratos nos motivan a explorar sin miedo, sin censura y descubrir un sin fin de experiencias que aporten estímulos que nos hacen crecer.
Esto, trae dos cositas de la mano :
- Dependemos de la experiencia previa para las experiencias posteriores. Es decir, si una experiencia es negativa, es muy probable que la dejemos escondida en el inconsciente y reprimamos el impulso hacia la siguiente, por miedo.
2. Si la experiencia ha resultado favorable, o la hemos procesado y asimilado (aunque no sea tan satisfactoria), tendemos a repetir el impulso que nos motiva a probar una vez más. Por lo tanto, aquí podemos ver el poder de hablarnos bonito, del buen trato. La importancia de que bien temprano nos hablen con amor y valoración, para saber hacerlo solitos posteriormente.
El sentimiento nos moviliza y nos lleva al desarrollo de grandes capacidades y a la prosperidad como ser humano, de la mano de vinculaciones sanas.
Para llegar a los niños/as, para criar y educar con responsabilidad, de forma consciente y llena de buenos tratos, la responsabilidad recae plena sobre los adultos principalmente. Adultos responsables y llenos de trabajo personal hecho.
Para inundar nuestro hogar de amor y afecto, de buenas palabras y acciones, primero hemos de indagar de pleno en nuestras luces y sombras.
De lo contrario, siempre divagamos en la intención, en el deseo, pero nunca será un hecho.
¿Somos realmente conscientes de esto?
(Pero indagar en las sombras, desde el autoamor, da para escribir otro artículo, con lo que lo dejaremos para más adelante…)
Ahora, te propongo:
– Vete al espejo, mírate plenamente, estás ahí, tu reflejo es ese.
Tu imagen te devuelve una única cosa: A TI MISMO/A .
El poder lo tienes tú. Empieza por ti.
Llénate de amor y respeto, para poder compartirlo con los demás. Transforma tu energía. –
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Empezar por nosotros, reconstruir creencias y paradigmas mentales adquiridos, para comenzar a poner en marcha la educación que quieres darle a tus pequeños llenos de amor, buenos tratos, validación y mucho respeto.
Dudar de las cosas, reformular preguntas. Esta es la base del autocuidado, del pensamiento liberador, dar la oportunidad de pensar diferente, de encontrar momentos eureka, disfrutar de la disciplina y de crear un pensamiento más allá de lo preestablecido. ¡¡Las certezas son peligrosas!! Cuando tenemos una cereza damos algo por hecho, ES ASÍ, y ahí no cabe nada más que ESO.
Crear la identidad desde la valoración personal, encontrar nuevas formas de identidad, moverte entre una identidad y otra en función del momento. Esto, se vuelve liberador, hace crecer y crear con una base firme, el amor.
El verdadero conocimiento nade de aprender, y ¿cómo se aprende algo realmente? De nuevo, poniendo mucho amor.
¿Se enseña así, se guía desde ahí en las escuelas? ¿Y en el hogar? ¿La escuela puede ser el hogar también? (Me pregunto).
Cada uno de nosotros tiene intereses, necesidades y motivaciones intrínsecas que resaltar.
Dejarlas brillar es el paso hacia la libertad emocional, hacia el camino de amor hacia uno mismo.
Desarrollar el arte de la comunicación, de la empatía, de la valía y del amor propio.
El arte de vincularse sanamente, de llevar una vida bajo el poder de una mente creativa y cazadora de oportunidades, desde la niñez.
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Saber hacernos buenas preguntas. No dar lecciones soberbias ni bajo paradigmas anticuados y poco genuinos, pues en el arte (que ya los filósofos utilizaban) de la mayéutica, se valora la capacidad del ser de cuestionarse, hacerse buenas preguntas para ir encontrando las respuestas.
Hoy, simplemente te invito a cuestionarlo todo, desde lo más simple y sencillo de tu día a día, una sola certeza.
Cuestiona y comienza a vivir y a relacionarte con amor.
Verás como el miedo y la culpa se irán liberando y podrás empezar a soltar.
“El arte de vivir puede nacer solamente cuando el pensamiento no contamina al amor”.
-Krishnamurti-
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
- Krishnamurti / Sobre las relaciones / Kairós / 2018.
- Krishnamurti / Cartas a las escuelas/ Edhasa / 1984.
- Freud, S./ Los textos fundamentales del psicoanálisis/ Editorial Altaya, Grandes obras del pensamiento/ 1993.
- C. G. Jung, R. BLy, J. Campbell, M-L von Franz, A. Rich, E. Harding y otros/ Espejos del Yo/Editorial Kairós/ 1ª Edición/1994.
Guerra, Mario / Desencajar el pensamiento/ TED TALKS / Ted por calzada de los héroes/ 2018.
https://youtu.be/X3_cl-lPYwk?si=wLFSm3aBwEZcGumn
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