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Familia, poderosa palabra que escucharemos toda la vida.
Pero… ¿Sabemos exactamente lo que es la familia?
¿El hogar y la familia son lo mismo?
¿La familia nos condiciona?
¿Cómo fomentar la crianza respetuosa?
Bien, comenzaremos siendo técnicos y definamos lo que se entiende por FAMILIA según la OMS: “El conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan”.
Si te has quedado igual que estabas, sigue leyendo…
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Resulta evidente que lo que entendemos por el concepto de familia ha cambiado en los últimos 50 años, ¿verdad?, pues ahora, familia puede significar: papá, mamá y sus hijos biológicos en conjunto; papá y papá con sus hijos; mamá y mamá con sus hijos; papá y sus hijos; mamá y sus hijos; pareja con hijos de diferentes parejas anterior, hijos adoptivos o pareja ( ya sea hombre, mujer, mujer, hombre y sus fórmulas, sin hijos y con mascotas, o sin hijos y sin mascotas), pero finalmente familias.
Además, entendemos que este conjunto familiar forma “el hogar”.
Y este núcleo, lleno de enseñanzas, experiencias y vínculos nos va a condicionar el resto de nuestra vida irremediablemente, al margen de lo que decidamos hacer con ello.
Es importante saber que familia, al fin y al cabo, envuelve tres aspectos fundamentales:
- Necesidad de tener: Aspectos materiales y económicos, dotándolos de apoyo a las oportunidades diversas que el mundo nos ofrece.
- Necesidad de relación: Aspectos sociales, de relación y vinculación, así como formas de comunicación (más o menos funcionales).
- Necesidad de ser: Sentido de pertenencia y con ella cierta identidad y desarrollo de autonomía propia. Además, nos proporciona una educación, unos valores y un conjunto de patrones culturales arraigados a la sociedad.
Pero si vamos un paso más, familia es sólo un concepto, ya que es un término al cual se le añade mucho valor, una palabra “sonante” ¡vaya!.
Es por ello, que nos vemos condicionados a todo lo que aprendemos consciente e inconscientemente dentro de la familia y tendemos a repetir a la hora de formar la nuestra.
Como te cuento, tendemos a repetir modelos y patrones tanto adaptativos como menos funcionales, por el hecho de que están sumamente interiorizados y arraigados en el inconsciente, patrones que van asociados a emociones y experiencias asociadas a emociones que nos acompañarán siempre.
La evolución del concepto y los tipos de familia han variado progresivamente así como lo ha hecho la sociedad y la cultura, dando lugar a una gran diversidad y con ella, nuevas necesidades, pues nuevos conflictos aparecen.
Bien, por ir dando respuestas a tus preguntas, no, no todas las familias son iguales y no, tampoco hogar tiene porque ser lo mismo que familia.
Pues finalmente, aunque la OMS nos dice que los lazos consanguíneos o no, determinan la familia, sabemos que por regla general, solemos definir familia a los lazos consanguíneos que nos atan a nuestros familiares.
Y sin embargo, el hogar, puedes ser Tú, con tus mascotas en tu casa, sin duda, puede ser el más “hogar, dulce hogar”, y como esta fórmula… tantas más.
Resulta evidente que la sociedad ha cambiado, y la prioridad de las personas no es siempre la misma, no es tener una gran familia numerosa o casarse.
Hay personas que sí, tienen ese modelo interiorizado y además lo desean pero hay otras que no, y todo es igual de válido, mientras aporte bienestar.
Hay personas que deciden adoptar, o que su condición sexual es otra, no la “típica” heterosexual y si, también tienen derecho a tener una familia e hijos si así lo desean.
Diría que la única condición indispensable para poder hacer una familia sería:
Amor, respeto, tolerancia y validación.
Si esta fórmula está presente en el hogar, no hay motivo por el cuál no hacer una hermosa familia.
Pues el amor, es la primera condición indispensable, crear vínculos con amor es la esencia de la felicidad, pero para ello, no hay que amar en cantidad, si no en calidad.
Validar a tus hijos/as y a tu pareja es la segunda condición, ya que el OTRO es otro, y merece todo el respeto, el apoyo y la valoración y validación por ser un ser único y genuino.
Empieza entonces, a valorarte a ti mismo y entender la importancia de hacerlo igual con el otro.
El respeto a la hora de comunicarse en una familia es clave, respeto al amarse y respeto al enfadarse, pues en todos los hogares hay conflictos, y no se trata de evitarlos, si no de resolverlos y abordarlos con respeto, empatía y comprensión.
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el
momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso,
ciertamente, no resulta tan sencillo”.
-Aristóteles, Ética a Nicómaco-
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SENTIRNOS ACOMPAÑADOS
Muchas veces, buscamos en los demás lo principal que una familia nos debería de regalar: el acompañamiento.
No buscamos soluciones, no buscamos liberarnos de quejas, no buscamos razones ni culpables, realmente lo que el ser humano se pasa la vida buscando es SENTIRSE ACOMPAÑADO.
Uno de los principales miedos del ser humano es la soledad, por ello, cuando nacemos y somos bienvenidos en la familia (sea cual sea el tipo de familia), buscamos atención, cuidado y acompañamiento, para sobrevivir.
Buscamos esa inspiración que nos hace ver el mundo de forma ilusionante.
Y por eso, este artículo, más que descifrar la fórmula del modelo familiar o la fórmula de la familia perfecta, viene a definir la validación de familia y hogar, sea cual sea el término en el que te encuentres, pues ninguna familia es perfecta, es más, no tiene obligación de serlo, tan solo de aportar las necesidades básicas para el desarrollo desde la infancia.
Conectarse emocionalmente con las personas no es tarea fácil, y a veces formar parte del grupo familiar no es algo que viene dado.
Aprender a vincularse sanamente desde el respeto, se vuelve condición indispensable en los integrantes de la familia, libre de presiones relacionales por parte de los integrantes.
La influencia de roles familiares puede verse modificada libre de estándares, mientras el amor y el respeto esté presente, encontrando así, la fórmula de la felicidad en cada hogar, en el cual cada integrante se responsabiliza con su parte en la educación de los valores para llegar a ser seres completos.
CRIANZA RESPETUOSA ¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?
- Comencemos por tolerar y respetar los ritmos de desarrollo de cada ser particular e individual, ya que no es mejor ni peor, ni más rápido ni más lento, tan solo es su propio ritmo junto con su espacio, ¡y está perfecto!.
- Coordinación y gestión doméstica. Tratar de acompañar en el hogar con empatía, bajo la observación y la participación activa. Si todos colaboramos en el hogar, la tendencia tan disfuncional a culpabilizarse disminuirá. Fomentar modelos de corresponsabilidad.
- Evitar poner etiquetas, con ello, tratamos de vivir conscientemente sin poner expectativas en los demás. Sólo debemos ponernos objetivos reales con nosotros mismos, la expectativa en nosotros, no en el otro, pues si la expectativa siempre está en el otro, será siempre condición al conflicto y a la frustración.
Las expectativas condicionan las conductas de los demás por tanto, no les dejamos brillar con su propia luz.
- Fomentar una buena comunicación, comunicación asertiva y escucha activa. Ya sea con tus hijos, con tus padres o con tu pareja, incluso con tus mascotas, has de saber escuchar y aprender a comunicarte si quieres vincularte sanamente con las personas y seres que te rodean, ya que cada uno es diferente, y como hemos dicho, respetamos sus particularidades y modos de ser, no tratamos de cambiarlos.
- Educar no es imponer, en la imposición no hay respeto. Aprender a razonar, fomentar momentos de razonamiento, reflexión y pensamiento crítico. Validar los diferentes puntos de vista, con aceptación y amor.
- Evitar la obediencia ciega junto con la comparación, ya que sólo merma la autoestima e infravalora las propias capacidades. Esto forma parte de una educación obsoleta. Podemos educar a través del pensamiento crítico, ya que esto toca: Límites y normas, cuestionamiento, desarrollo de valores, clarificación de prioridades con autonomía, gestión de la frustración y sobre todo, educar y criar desde el respeto y el amor.
En definitiva, estar atentos a las buenas conductas, alentarlas…
Y para ello…
¿Cuál es el truco?
ESTAR PRESENTE.
Espero que te haya servido el post,
¡Nos vemos en el siguiente! 💌
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
- D. Goleman / Inteligencia Emocional / Criteria Salvat / 2004.
- E. Punset./ Por qué somos como somos/ Editorial Aguilar/ Santillana Ediciones Generales S.L/ 1ª Ed. 2008.
- Bruno Bettelheim/ Psicoanálisis de los cuentos de hadas/ Booket Divulgación/ 2012.
Carlos González / Todo papás/ Youtube/ 2015. https://www.youtube.com/watch?v=9XKc1tRiRGo - Alberto Soler/ Educación y crianza respetuosa/ Aprendemos juntos 2030/ Youtube.
https://www.youtube.com/watch?v=OkHgtFmxyfE
Laura Albert Pla / Educando en el respeto: Hacia una pedagogía viva y activa/ Círculo Rojo/ 2019.