“Lo más difícil, a mi entender, es saber manejar en todo momento la brújula moral. Se trata de las conversaciones que mantengo conmigo mismo.
Mido mis acciones en función de esa voz interior, que, al menos para mí, es dinámica, y audible, y me indica si voy por el buen camino”.
-B. Obama-
Las voces interiores, las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos, ahí radica todo, la base de la salud mental.
Cuando estas voces nos juegan malas pasadas, estamos perdiendo la salud mental, ni más, ni menos.
Hoy, quiero compartirte un poco de mi experiencia 🧠
¿Cómo te sientes? ¿Cómo te hablas? ¿Cómo son tus vínculos?
Cuidar nuestra mente, es tan importante como cuidar nuestro cuerpo.
Somos un todo, de forma integral, merecemos atención y cuidados, siempre.
Cómo analista, con experiencia en el campo de la salud mental, me gustaría lo primero, decirte que no estás solo/a.
Todos, en algún momento de nuestra vida, nos vemos desbordados por reveses de la vida, ya sea por causas externas o por causas internas.
Son muchos los factores que se involucran en fortalecer o destruir, nuestra salud mental y la de los que nos rodean. De ahí la importancia de ser conscientes de cómo hablamos, pensamos y de qué herramientas disponemos para la gestión de los diferentes estresores, influyendo en nuestra propia “cháchara mental ”, de la mayor forma funcional posible.
Además, (dato importante) 🚩 socialmente y culturalmente, el consumo de sustancias tóxicas, está bastante normalizado. Por ejemplo, el consumo del alcohol desde temprana edad, hasta edades avanzadas, entendiendo que sus efectos o consecuencias son mínimas.
La realidad, es que además de los factores sociales y los emocionales, los genéticos y hormonales, deberían de tomarse en cuenta, antes de iniciar cualquier conducta que conlleve el consumo de drogas, ya sea el alcohol u otras sustancias.
Pero… ¿Quién sabe a ciencia cierta si está predispuesto a algún padecimiento mental grave?
Y aún así… nos la jugamos.
Podemos tratar de llevar una vida saludable, si.
Podemos tratar de alejarnos de todos esos vicios, siendo conscientes de que,si, puede tocarnos. Pero… ¿Lo pensamos y valoramos conscientemente? ¿Por qué nos va a tocar a nosotros?
Necesitamos parches, muchos de nosotros hemos aprendido a sortear los miedos, el estrés y la angustia, con parches.
La salud mental NO está de moda.
Tener ansiedad, pánico, miedo, depresión, sufrir de bipolaridad, esquizofrenia… desde lo más “sencillo” a lo más “complejo”, no es algo fácil de asimilar y tratar.
Este tipo de padecimientos podrían acompañarte toda la vida, incluso ir “in crescendo” a medida que no le ponemos atención.
Un ataque de ansiedad esporádico podría convertirse en algo habitual, una fobia, en algo paralizante que impide llevar una vida con “normalidad”.
Por no hablar de algo mayor, como un trastorno psicótico, o más grave.
Pero sigue existiendo mucho estigma en la sociedad. A nadie le gusta reconocer sus padecimientos, cuando la consciencia se lo permite.
Muchas veces no nos sentimos comprendidos, no nos comprendemos a nosotros mismos (imagínense por otros).
¿A qué le llamamos normalidad?
“ Lo peligroso de la locura es que no se pone un límite”.
Y tan sólo, me gustaría decirte que hablar de ello, ayuda.
Hablar de tu ansiedad con normalidad, ayuda.
PEDIR AYUDA A UN PROFESIONAL, es algo normal, no temas.
Así como vamos al dentista, al fisio, al ginecólogo… O así como acudimos a la peluquería, al gimnasio, acudir también a terapia.
Revisar, entender, analizar, reelaborar, podría convertirse en algo completamente normal, se trata de la importancia que le concedas a tus pensamientos, y, teniendo en cuenta que te acompañarán el resto de tu vida, creo que se debería de valorar y atender un poquito más…
¿No te parece?
Cómo intuyo que sabes perfectamente la cantidad de depresiones, fármacos antidepresivos, hipnóticos y casos de ansiedad, por no hablar de suicidios, que se manejan actualmente y mundialmente, me gustaría poder contarte un poquito de mi experiencia como terapeuta acompañando a personas con padecimientos graves.
Pues bien, mi experiencia es la siguiente (sin entrar en lujo de detalles).
Te diré que después de haber estado día y noche con diferentes personas de diversas edades, género y religión o clase social, las personas con enfermedad mental sufren muchísimo, tienen miedo, a veces de sí mismos/as.
He visto a personas querer cambiarse, desear tener otra vida, luchar contra sus emociones y contra sus pensamientos, culpabilizarse… poner todo de su parte y aún así, en muchos casos, no lograr salir de ahí.
He sentido el amor y la generosidad de estas personas, su sensibilidad, su grandiosidad y su agradecimiento.
Me han hecho ver la vida desde su prisma, una vida en ocasiones dura, y aún así, seguir adelante, con garra, con fuerza y con un motivo por el cuál levantarse cada mañana. Tienen ilusión, tienen mucha inteligencia y no, no están locos, sufren y padecen, como podrías hacerlo tú mañana.
Se puede, solo quería recordártelo, se puede aprender a convivir con ello y se puede ser feliz igualmente, con lo más sencillo: el amor que tienes para dar a los demás, ese, es el mismo que te concedes a ti mismo/a.
Sé tolerante contigo, habla, escucha, quiérete, cuídate y REconstrúyete, una y mil veces, no es necesario que toques fondo.
La salud mental, solo tiene un viaje, es el regreso hacia ti mismo/a.
Nunca lo olvides.
¡Os espero en el siguiente post!
“ Aplícate tu propio bálsamo.
Proclama por doquier tu enfermedad.
Eso te restablecerá.
Cuanto más emplees este tratamiento
más digno y más sabio te harás.
Y recuerda que, si crees que en este momento
no tienes ningún defecto,
te convertirás de inmediato
en el artífice de tu propia desgracia”.
-Rumi-
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
- Kross, Ethan / Cháchara/ Paidós, 4ª edición / 2022.
- Martín, Ángel/ Por si las voces vuelven/ Planeta/ 4ª edición/ 2021.
Jung, C.G, Campbell J., Wilber K., Bly R., Von Franz M-L. y otros/ Encuentro con la sombra/ Kairós / 26ª edición/ 2020.